miércoles, 27 de junio de 2012

Nadar a la contra


Ayer participé en la primera sesión del II Foro Telefónica de Cultura Digital, cuyo eje temático era: "¿Cómo nos ha cambiado la vida en la era digital?". Las respuestas fueron tan variadas como la procedencia de los invitados a la charla. Participaron: @hrheingold, el escritor y profesor de Stanford; @espiritusanto , el periodista ciudadano; @Flavia2Santos, la sexóloga 2.0; @catalba , la cocinera ex-publicista, y @HUGOLEONROJITO , el lúcido taxista-twittero. 

Pese a la variedad de posturas y experiencias respecto a los Medios Sociales, todos los participantes coincidían en que la vida en la era digital ha cambiado de forma sustancial y que el potencial de los nuevos medios de comunicación aumenta según los usos que les dan aquellos que se los apropian. La euforia tecnológica fue creciendo a tal punto que el moderador de la sesión, confeso funcionario del ministerio de las TICs, lanzó una consigna revolucionaria a la que le siguió una lluvia de aplausos y que rezaba más o menos así: "Contrarreforma a la justicia, ciudadanía digital, que tiemble el Estado". En ese momento entendí que nos habíamos pasado de tragos y que estábamos pensando con el deseo.

jueves, 14 de junio de 2012

Parques y mujeres. Los protagonistas de nuestra tele.


La agenda mediática de estas últimas semanas ratifica lo que muchos colombianos pensábamos hace tiempo: los parques públicos son lugares peligrosos, sobre todo de noche. La consecuencia de esa premisa es que sólo nos queda elegir entre los centros comerciales o la televisión para reforzar nuestros lazos familiares. La ventaja que brinda la televisión es doble: permitirnos ratificar una y otra vez lo peligrosos que son los espacios públicos, sobre todo de noche, sin tener que gastar dinero haciendo compras inútiles. La televisión, entonces, supera en comodidad, seguridad y economía tanto a los parques públicos como a los centros comerciales. Por tanto, podríamos decir la televisión es la gran beneficiaria de todo lo malo que tiene lugar en los parques públicos.

Ejemplos de lo anterior son el caso Colmenares y el caso Rosa Cely, que han recogido, cada uno a su manera, un buen porcentaje de la atención de un país acostumbrado a la violencia.  Digo “cada uno a su manera” porque aunque ambos sucesos acontezcan en parques públicos (para beneficio de la televisión), tanto las rutinas periodísticas que les han permitido constituirse como noticias como el impacto que pueden llegar a tener en la sociedad son bastante diferentes.