miércoles, 27 de junio de 2012

Nadar a la contra


Ayer participé en la primera sesión del II Foro Telefónica de Cultura Digital, cuyo eje temático era: "¿Cómo nos ha cambiado la vida en la era digital?". Las respuestas fueron tan variadas como la procedencia de los invitados a la charla. Participaron: @hrheingold, el escritor y profesor de Stanford; @espiritusanto , el periodista ciudadano; @Flavia2Santos, la sexóloga 2.0; @catalba , la cocinera ex-publicista, y @HUGOLEONROJITO , el lúcido taxista-twittero. 

Pese a la variedad de posturas y experiencias respecto a los Medios Sociales, todos los participantes coincidían en que la vida en la era digital ha cambiado de forma sustancial y que el potencial de los nuevos medios de comunicación aumenta según los usos que les dan aquellos que se los apropian. La euforia tecnológica fue creciendo a tal punto que el moderador de la sesión, confeso funcionario del ministerio de las TICs, lanzó una consigna revolucionaria a la que le siguió una lluvia de aplausos y que rezaba más o menos así: "Contrarreforma a la justicia, ciudadanía digital, que tiemble el Estado". En ese momento entendí que nos habíamos pasado de tragos y que estábamos pensando con el deseo.

Hoy me voy a permitir nadar a la contra de tanto triunfalismo. Me voy a permitir afirmar que, como buenos latinos, nos estamos dando palmaditas de espalda antes de tiempo. Voy a hacer de amargado y a decir que estamos pecando de voluntarismo, que el trabajo está todo por hacer y que nos estamos conformando con  poco. Mis argumentos son los siguientes:

Primero, hablar de Contrarreforma a la Justicia es hacerle el juego a la reforma al aceptarla como punto de partida del debate.

Segundo, siguiendo el hilo de los acontecimientos, queda bastante claro que quienes alertaron sobre la Reforma fueron los grandes Medios junto con un puñado de organizaciones y movilizadores de opinión vía twitter mientras los demás estábamos distraídos con la Eurocopa y el embarazo de Shakira. No nos engañemos ni seamos oportunistas, el reverzaso y la respectiva amnesia sincronizada de los tres poderes públicos no se produjeron por miedo a las "multitudes inteligentes" o a los veteranos de la Ola Verde, sino a una opinión publicada, controlada todavía por grandes grupos mediáticos.

Tercero, tenemos muchísimas pruebas de que cuando el Estado está en problemas no suele temblar sino que busca un chivo expiatorio, se da una vuelta a la manzana, toma aire y se lanza de nuevo a la carga. Mi lectura de estos últimos días es que el Estado le midió el aceite a la sociedad, los medios reaccionaron, la gente se envalentonó y se está firmando una tregua tan incierta como la de hombres y máquinas en Matrix Revolutions.  Así, los de a pie volvemos a concentrarnos en la final de la Eurocopa y  nos olvidamos de los dos millones de firmas necesarias para derogar la Reforma. Por eso no es de extrañar que tanto en fútbol como en política un 1-1 nos parezca un excelente resultado.

¿Que si la vida ha cambiado en la era digital? Por supuesto. Tenemos ante nosotros, como nunca antes, todos los medios necesarios para hacer realidad el sueño kantiano de la mayoría de edad: pensar por nosotros mismos sin la conducción de otros. Sin embargo, necesitamos fortalecer valores como el de la perseverancia y el civismo, que vienen a ser las mediaciones que nos permiten actuar como sujetos políticos con las tecnologías que tenemos a nuestro alcance y que son poderosísimas.



Cada día es una oportunidad para hacernos ciudadanos activos, y lo que está hoy en juego es nada más y nada menos que la Justicia, que viene a ser el cemento de cualquier sociedad. Hablando en términos de cultura digital, trabajemos colaborativamente, participemos y hagamos cambios por nosotros mismos.

1 comentario:

  1. La era digital nos ha arrojado un nuevo juego del lenguaje: colaborar, comunicar y participar cambian su significación...

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